miércoles, 6 de julio de 2016

CLASIFICACIÓN DE LA DISARTRIA

Las lesiones producidas en el SNC pueden localizarse en distintos puntos, en función de los cuales estableceremos diferentes tipos de disartrias. Así, podemos diferenciar:
1. DISARTRIA FLÁCIDA:
En este caso la lesión está localizada en la neurona motriz inferior. Como notas descriptivas de esta disartria tendríamos: 
  • Alteración del movimiento voluntario, automático y reflejo. 
  • Flacidez y parálisis con disminución de reflejos musculares. 
  • Atrofia de las fibras musculares. 
  • Debilidad o fatiga durante el ejercicio (sobre todo en la musculatura ocular, bulbar, del cuello y de la cintura escapular). 
  • Posible afectación de la musculatura respiratoria. 
  • Afectación de la lengua. 
  • Afectación de los movimientos del paladar. 
  • Disminución del reflejo de náuseas. 
  • Deglución dificultosa.
  • Debilidad de las cuerdas vocales, paladar y laringe.
  • Alteraciones respiratorias (rápida y superficial). 
  • Voz ronca y poco intensa. 
  • Hipernasalidad. 
  • Articulación consonántica distorsionada. 
2. DISARTRIA ESPÁSTICA:
La afectación se produce a nivel de la neurona motriz superior; son características de esta afectación: 
  • Debilidad y espasticidad en un lado del cuerpo, en los músculos distales de las extremidades, la lengua y los labios. 
  • Resistencia al movimiento pasivo de un grupo muscular. 
  • Los reflejos de estiramiento muscular están exagerados. 
  • Presencia de reflejos patológicos. 
  • La respiración y la fonación no suelen afectarse.
  •  Disfunción articulatoria. 
  •  Se asocia a otras patologías (encefalitis, esclerosis múltiple, traumatismos craneales).
  • No hay atrofia de fibras musculares. 
  •  Frecuente alteración del control emocional. 
  •  Emisión de frases cortas.
  •  Voz ronca. 
  •  Tono bajo y monótono. 
  • Lentitud en el habla. 
  • En ocasiones se producen interrupciones tonales o de la respiración. 
  •  La articulación consonántica suele ser poco precisa y, a veces, se producen distorsiones vocálicas. 
3. DISARTRIA ATÁXICA:
La afectación del cerebelo ocasiona una disartria atáxica. Es a partir de lesiones cerebelosas cuando se deduce que este órgano regula la fuerza, velocidad, duración y dirección de los movimientos ocasionados en otros sistemas motores. En general, la afectación del habla ocurre simultánea a lesiones cerebelosas bilaterales o generalizadas (Bagunyá y Sangorrín, 1988). Como descripción de los trastornos cerebelosos señalamos: 
  • Hipotonía de los músculos afectados. 
  •  La dirección, duración e intensidad de movimientos son lentos e inapropiados en la fuerza. 
  •  Posible irregularidad de los movimientos oculares. 
  • Disfunción faríngea caracterizada por una voz áspera y una monotonía en el tono con escasas variaciones en la intensidad.
  • Disfunciones articulatorias mediante distorsiones. 
  • Alteraciones prosódicas por énfasis en determinadas sílabas. 
4. DISARTRIAS POR LESIONES EN EL SISTEMA EXTRAPIRAMIDAL: 
El sistema motor extrapiramidal es parte del paleoencéfalo (junto con el diencéfalo y el tálamo óptico), destacando entre sus funciones las siguientes: 
  • Regulación del tono muscular en reposo y de los músculos antagónicos cuando hay movimiento. 
  • Regulación de los movimientos automáticos. 
  • Adecuación entre la mímica facial y las sincinesias ópticas. 
Las lesiones en el sistema extrapiramidal pueden ocasionar dos tipos de disartrias: 
4.1. Hipocinéticas: Muy característica en la enfermedad de Parkinson, presenta los siguientes rasgos: 
  • Movimientos lentos, limitados y rígidos. 
  • Movimientos repetitivos en los músculos del habla.
  • Voz débil, articulación defectuosa, falta de inflexión. 
  • Frases cortas. 
  • Falta de flexibilidad y control de los centros faríngeos.
  • Monotonía tonal. 
  • Variabilidad en el ritmo articulatorio.  


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